El maliayes Carlos Menéndez expande sus conocimientos en hidroponía por España. Fotos
El novedoso cultivo hidropónico de hortalizas que no necesita tierra, apenas agua y energía y tampoco requiere muchos cuidados está cada vez más en auge, y aunque pudiera parecer una técnica moderna es de lo más ancestral. Ya se sabe que en la antigüedad había civilizaciones que usaron este método como medio de subsistencia, como los aztecas en el lago de Texoco en Méjico, en la antigua China, India, Egipto o en los Jardines Colgantes de Babilonia que se alimentaban del agua que circulaba por los canales
Plantación en Tornón, detrás pimientos del padrón
Para el vecino maliayes Carlos Menéndez Menéndez que a raíz de su jubilación en Madrid se instaló en Villaviciosa junto a su esposa Ángeles Gutierrez, el experimentar con este tipo de cultivo de «agricultura sin tierra» se ha convertido en la mayor de sus aficiones y un entretenimiento de lo más gratificante. “Hace diez años descubrí este sistema de cultivos que se realizan en agua y no utilizan la tierra para cultivar distintas variedades de hortalizas, y comencé a experimentar con una pequeña instalación en una pumarada de Lugás donde conseguí cosechar cientos de lechugas. Ahora he preparado un sistema mucho más moderno donde he mejorado la parte técnica en una huerta finca en Tornón junto a la ría, gracias a que me la ha cedido mi gran amigo Ángel Solares al que estoy muy agradecido”.
Gracias a los conocimientos de Menéndez en tecnología industrial el nuevo equipamiento es de lo más completo y productivo, ”es una estructura elevada del suelo compuesta por unas canaletas “NFT” por las que circula una película de solución nutritiva para alimentación de las plantas, y cuenta con un depósito para recoger agua de lluvia que recircula con la ayuda de una mini bomba alimentada a su vez por un panel solar” explica sobre la creación de su propio «huerto hidropónico»
Carlos Menéndez hijo y Carlos Menéndez padre, en su huerto hidroponico en Tronón
Con la ayuda de su esposa Ángeles Gutierrez estos expertos en hidroponía explican que para ellos lo principal es que es una ocupación de lo más entretenida, y la cosecha además de para consumo propio es compartida con familiares y vecinos maliayos. “Hasta ahora hemos conseguido cultivar variedades de lechuga como la rizada, mantecosa, hoja de roble roja o lollo rosa; también rúcula, canónigos y acelgas, todas de muy buen sabor. Pero lo que mejor se está dando en estos momentos son judías verdes y pimientos del padrón. Ahora tenemos 200 plantas pero llegamos a tener 600 a la vez, también cultivamos plantas aromáticas como, salvia o hierbabuena”. Menéndez explica que es un método que tiene entre otras ventajas acortar el ciclo de cultivo, “se pueden obtener varias cosechas al año, y producir vegetales de rápido crecimiento, mayor tamaño y muy buena calidad; además se reduce en gran medida la contaminación del medio ambiente al no tener contacto con la tierra no es necesario el uso de tratamientos fitosanitarios”, explica sobre la novedosa plantación y dispuesto a compartir sus experiencias con todo aquel que esté interesado
En los últimos días Menéndez cuenta con la colaboración en los trabajos de la plantación de su hijo Carlos que pasa unos días de vacaciones en Villaviciosa, quien también ha puesto en marcha la experiencia en la terraza de su piso en Barcelona, “tengo un kit hidropónico doméstico para 20 plantas, y cultivo desde hace cinco años lechugas ‘Hoja de Roble’ y ‘Cogollos de Tudela’ He llegado a cosechar 150 piezas anuales para consumo propio que están buenísimas y sabor a lechugas muy naturales”, y explica con este kit se puede cultivar en cualquier lugar, vivienda, patio o jardín.
Lechugas hoja de roble y cogollos de Tudela de Carlos Menéndez hijo en la terraza de su piso de Barcelona
Carlos Menéndez dice que este tipo de cultivo esta cada vez más implantado, “en muchos restaurantes de alta cocina o empresas de catering de Madrid o Barcelona ya cuentan con su propia instalación personalizada de hidroponía para cultivar fundamentalmente plantas aromáticas y verduras, en especial una lechuga ‘gourmet’ de la nueva variedad holandesa “Salanova” que está muy de moda por su calidad, sabor muy atractivo para el paladar y muy apreciada actualmente en restauración”
Este aficionado a la naturaleza, campo y cultivos dice que este es un hobby muy entretenido que recomienda y comparte sus experiencias desde hace tres años en un grupo de aficionados que ha impulsado a nivel nacional, “compartimos información y conocimientos y hay participantes de Huesca, Navarra, Bilbao, Madrid, Málaga, Barcelona y por supuesto de Asturias. Además de recibir consultas de todos estos y otros lugares de España, también nos llegan de otros países, sobre todo de Latinoamérica donde es un tipo de cultivo muy popular”.
Carlos Menéndez en el centro del Grupo Envera en Madrid
Pero una de las mejores experiencias que está viviendo Carlos Menéndez con su afición, es su colaboración con los centros de educación especial del Grupo Envera en Madrid, en los que está participando junto a José Luis Córdoba y Jesús de Frutos en proyectos de instalaciones hidropónicas en los centros de Colmenar Viejo y Barajas. “Se trata de que los alumnos experimenten, practiquen y se entusiasmen con el cultivo de este tipo de plantas. Está siendo para mí una experiencia muy gratificante ver como los como los participantes se entusiasman y disfrutan viendo las plantas crecer. Pero sobre todo se trata de colaborar con estos centros que entre otros muchos cometidos tratan de dar formación e integración sociolaboral a personas con diversidad funcional”. Envera cuenta entre otros muchos patrocinadores y sponsors con empresas tan conocidas como Iberia, Coca Cola, Orange o BBVA, o el apoyo de Vicente del Bosque, entre otras muchas personas conocidas. Menéndez se muestra así encantado y agradecido de participar como voluntariado aportando sus conocimientos sobre uno de los tipos de cultivo de futuro