Villaviciosa. Vicente Alonso

Una enfermedad de su gerente, Javier Costales, les obliga a echar el cierre. “Es una decisión triste para nosotros”, nos cuentan Agueda y Javier, que llevan al frente de esta sidrería desde 1998, casi 20 años, aunque trabajando en el establecimiento son  más de 30 años, ya que empezaron  en él como empleados.

La Espicha  fundada hace más de 80 años por  Constante Miravalles y María Luisa Rivero,  pasó a continuación por distintos propietarios,   durante décadas fue uno de los establecimientos más reconocidos de la hostelería de La Villa. En el año 1998, Javier y Agueda tomaron las riendas del negocio que siempre tuvo un aire familiar, especializado en comida tradicional asturiana, y cuidando la  mejor sidra escanciada profesionalmente. En la actualidad contaban además con la ayuda de su hija Alba Costales. Ahora por motivos de salud, tienen que cerrar, después de varias  décadas al frente, siendo un referente de visita gastronómica y de cuidado servicio en Villaviciosa

En su despedida, Javier, Agueda y su hija Alba,  dan las gracias a clientes y amigos, “Es una lástima tener que enviar un mensaje como este, pero las circunstancias de la vida nos obligan a tomar esta triste decisión. Nos vamos con un nudo en la garganta y dolor en el corazón; pero orgullosos de una vida compartida con nuestros clientes y amigos”.  Y añaden, “Y es que eso ha sido, toda una vida llena de esfuerzo, de sudor, de lágrimas, pero también de sonrisas, de muchísimos momentos buenos e inolvidables, sin dejar atrás todos los cantares que escucharon estas paredes”. Agueda Riera es desde hace años una reconocida cantante de tonada asturiana.

Javier, Agueda y Alba, apuntan con un halo de tristeza, pero muy agradecidos de su vida profesional  “No hay nada más grande que haber disfrutado del inolvidable camino en familia, intentando dar siempre un trato familiar. Hemos vivido mil y una historias que albergarán para siempre estos muros y permanecerán en nuestro corazón. Por eso solo podemos estar eternamente agradecidos por vuestra fidelidad, confianza y cariño demostrado durante todos estos años”.

Y se despiden  convencidos  de que sus  vidas  dedicadas a la hostelería y a Villaviciosa ha merecido la pena, y  nos dejan un   entrañable mensaje, “Ahora recordad aquel plato que un día os hizo sonreir.  Cada vez que os ronde la mente esa sensación nos volveremos a encontrar, pues La Espicha seguirá aquí mientras la recordéis. Sin duda ha merecido la pena, nos habéis hecho infinitamente felices. Gracias y hasta siempre”.

En la foto: Javier Costales, Alba Costales y Agueda Riera