Abierta Exposición Memorias Aldea en Villaviciosa: Un homenaje generación preguerra
ABIERTA LA EXPOSICIÓN MEMORIAS DE ALDEA EN VILLAVICCIOSA: UN HOMENAJE A LA GENERACIÓN DE PREGUERRA
Hoy se inauguró oficialmente en el Ateneo Obrero de Villaviciosa la exposición “Memorias de Aldea”, con la asistencia del impulsor del proyecto y autor de las fotografías, Fernando Alonso Lopez-Iñarra, el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega Riego, el Presidente del Ateneo Obrero de Villaviciosa, Miguel González Pereda, la concejal de cultura Reyes Ugalde, y representantes de ACOSEVI. Estuvieron presenten varios de las personas mayores que son protagonistas de la exposición, así como sus familiares, y otras personas familiares de personas protagonistas que ya han fallecido.
La exposición, ha sido financiada por el Ayuntamiento de Villaviciosa, incluyéndose en el programa cultural municipal de este verano, y pretende dar a conocer, a través de fotografías y memorias, a las personas de mayor edad de nuestro Concejo. La mayoría de ellas nacieron entre 1920 y 1930. Tienen más de 90 años y, en algún caso, superan la centena.
Se trata de la última generación que ha vivido la guerra civil, que aún recuerda con detalle la difícil postguerra y una forma de vida ya desaparecida; una generación que apenas ha ido a la escuela o los hospitales y la mayoría han tenido que esperar a la tercera edad para conocer el bienestar. Ello no les impide considerar que en muchos casos han sido más felices que las generaciones actuales.
El autor, Fernando Alonso López-Iñarra ha recorrido las aldeas del concejo buscando a estas personas, con la curiosidad de conocer cómo eran y qué tenían que contar. Estaban ahí, cerca, pero ocultas en la casa del pueblo, en una residencia de mayores o en un piso de la Villa.
Para ello decidió llevar un pequeño estudio de fotografía, que montaba en sus comedores o cocinas: una o dos luces, un fondo neutro y la persona. Así podrían posar de forma relajada, con naturalidad, para intentar captar lo más esencial de su personalidad. La mayor parte de las fotografías se presentan en blanco y negro para centrarse en la expresión y los detalles de unos rostros que aún muestran vitalidad y la belleza de sus arrugas, fruto de una larga vida.
Además, grabó una entrevista de unos 45 minutos, donde la persona desgranaba sus recuerdos sobre su niñez en la guerra, la posguerra, las costumbres, las formas de vida de los pueblos de entonces y su visión de la actualidad.
El resultado es un mosaico de esa generación que nos permite revivir su pasado y disfrutar contemplando sus miradas, su sentido del humor y, en definitiva, que a esas edades aún queda mucho por contar.
Los testimonios se muestran en asturianu “amaestao”, de forma literal a como han sido expresados por los protagonistas.
DECLARACIONES
El alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, expresó agradecimiento al autor por su esfuerzo y buen trabajo, y por centrarse en algo tan importante para cualquier pueblo como es recuperar y reconocer a nuestros mayores y a su esforzada vida, que debe ser siempre ejemplo para las actuales generaciones”. En este sentido, “resaltó la calidad humana que se refleja en las fotografías y en los textos, que además quedarán recogidos para la historia en el libro que se publicará”. Y “tuvo un recuerdo para todos los mayores que ya nos faltan y para sus familias”
Lugar: Sala de Exposiciones del Ateneo de Villaviciosa.
Inauguración: 12 de Agosto de 2024. 6h pm
Abierta del 12 de Agosto al 18 de Septiembre
A continuación algunos testimonios y fotos
AIDA, 1923, La Cai, Seloriu
Mis padres teníen vaques y ná, miseriuca. A mi gustábame andar guapa, no tenía mozu y gustábame andar guapa y diba a almejes a la ría y diba a vendeles a La Villa o a Gijón.
CORSINO, 1922, Venta Les Ranes, Castiellu
Un día por la noche quedéme en casa de la moza. Garré la yegua antes d’amanecer pa volver pa casa. La yegua no quería pasar por un cachu del camín. Encontraron a un emboscáu muertu. Ún d’Argueru. Diéron-y un par de tiros ahí donde la yegua no pasaba.
ISMAEL, 1929, Quintes
Fuimos 12 hermanos. Mi padre moría de 45 años. El dia que cumplí 9 años, en el 38, esi día acabó él. Matáronlu en la puerta de casa.
Hubo una seca mui grande porque l’atmósfera la había resecao la guerra y no llovía.
ANGEL, 1931, Rozaes
Quemaron les iglesies, toes, había tres. Veníen de fuera. No se movía nadie daquella. El cura andaba guardáu, donde pudo. El hombre andaba por ahí, de guíada, col ganáu… librando. Decía que lu llamaran Pachu.
MARUJA, 1929, Rozaes
Sentí un ruidu y mi güelu se levantó a ver lo que pasaba. Uno de los chavales que estaben allí pa quemar la iglesia y-dixéron: ¿pa dónde vas? Métite pa casa que esto ye cosa nuestra.
De viuda viajé. Estuve en Granada. "Ay Dios mio, ¿será verdá que toi en La Alhambra yo?"