La villaviciosina Mariu Sánchez nos cuenta sus aventuras…
Viajando sola por Guatemala, Honduras, El Salvador ____ Y CON FOTOS. FOTO DE PORTADA: Chichén Itzá (México)
Más de ciento veinte días de ruta, cuatro países recorridos y unos cuantos más que aún le quedan por venir en su sueño de vida libre, ese que nació y renació con Mariu de forma tangible, a la vez que ella lo hacía después de su “proceso” como a ella le gusta llamarlo, “aquel tumor cerebral fue mi gran bendición, el inicio de la vida a mi manera, muy lejos de la oficina gris”
Mariu Sánchez recibió el alta médica en febrero de este mismo año, y le dijo adiós a su trabajo como funcionaria en una Comisaría de Valencia para poder vivir a su manera, inspirando con su filosofía de vida y con los textos que escribe y comparte en su página web a esa “revolución de sueños cumplidos” con la que ella sueña, “la vida es una y es preciosa, si nos vamos a morir ¿a qué esperamos para vivir?”
En marzo salió de viaje a cumplir la primera parte de uno de sus grandes sueños viajeros, recorrió durante cuatro meses el Sur de México, Guatemala, Honduras y El Salvador a solas con su mochila y por libre, sin más plan que elegir cada día donde despertarse. A pesar de vivir lo más auténtico de cada país, huyendo del turismo de masas que dice agobiarle, y buscando en ocasiones las zonas más recónditas donde pocos van, dice no haber sentido miedo ni uno solo de sus días en ruta “Descubrir sola y a mi manera algunos de los países con peor fama de Latinoamérica, como Honduras y El Salvador, fue una de las mejores experiencias de mi vida. Me enamoré de ambos países y de su gente, de su calor, de su bondad” Recuerda con cariño el momento en el que cruzó la frontera de “El Poy” entre Honduras y El Salvador, y el chico del bici-taxi que la llevó de una frontera a otra le comentó que era la primera española que llevaba por allí “La mala fama de los países hace estragos, y también el desconocimiento, el hablar de oídas sin darles la oportunidad a conocerlos. Es una auténtica pena, estos países enamoran y su gente aún más” afirma Mariu Sánchez que se ha llegado a mover haciendo auto-stop en algunos puntos “sin que nada malo me pasase, lo contrario, tan solo he conocido a gente genial”
FOTO: Cayo Chachahuate - Cayos Cochinos (Honduras)
Mariu sonríe cuando recuerda como la gente en todos los países, le abrió las puertas de sus casas sin siquiera conocerla y sin pedirle nada a cambio “Y no solo mediante Couchsurfing”. “Si tengo que definir en una palabra a la gente de allí con la que he compartido mis días, es: generosidad. Ellos dan, dan todo, dan aunque no tengan nada. Hubo una familia muy humilde en México que me acogió en su casa mediante Couchsurfing que vivía en una pequeña pieza con dos colchones, los padres y uno de los hijos compartían uno de los colchones y el otro, se lo dejaban a sus huéspedes. Y es tan solo un ejemplo de lo vivido, historias como esa, tengo cientos”
En este tiempo, Mariu ha visitado playas idílicas, islas perdidas del Caribe, se ha bañado en cenotes sagrados, ha dormido sobre arena con el sonido de las olas de Pacífico “he visto el turquesa más intenso en un mar de ensueño. He explotado de felicidad en mil puestas de sol en el mar, y también en la sierra más mística que puede existir, la sierra Oaxaqueña”
Esta joven viajera dice haberse quedado fascinada con algunas ruinas mayas, “las más escondidas” y con las tradiciones ancestrales de la cultura indígena “que aún se palpan en la Guatemala más auténtica” “Hasta he podido cocinar nubes de gominola en uno de los volcanes aún activos de Guatemala”
FOTO: Volcán Pacaya (Guatemala)
De Honduras recuerda con especial cariño “las mil “Salvavidas”, compartidas con hondureños de corazón tan grande como su sonrisa” y también los bailes hasta el agotamiento de ritmos caribeños con maestros garífunas siempre dispuestos a mostrar parte de su cultura. Y como no, su estancia en Cayo Chachahuate, uno de los Cayos Cochinos “allí dormí en casa de una familia, sobre arena, con algún cangrejo enorme paseándose por mi habitación, y tan solo un caldero de agua para lavarme durante los días que allí estuviese. Un paraíso auténtico y maravilloso donde solo había electricidad dos horas al día”
De El Salvador destaca “la naturaleza, el tenerlo todo cerca, volcanes, lagos, cascadas, ciudades, playas, los bellísimos pueblecitos, el ambiente festivo en todos ellos, y sobre todo, la calidez de su gente”
Mil paraísos. Mil lugares. Mil amigos. Mil historias viajeras. Mil sensaciones. Mil emociones.
Y en todos ellos, en todos los lugares, en todos los paraísos que ha encontrado, ha llevado a Asturias en corazón y también en banderas, la de Asturias, y también la de Villaviciosa que le regaló el alcalde poco antes de emprender su aventura “he contado con orgullo a viajeros y locales que yo también tengo un paraíso, el mío, el nuestro: Asturias”
Ahí donde ha ido, Mariu ha hablado con pasión de Asturias, ha mostrado fotos, vídeos, y hasta ha enseñado el himno cuando la ocasión lo ha propiciado. “Me he convertido sin querer y con amor en embajadora de nuestro bello paraíso. No he dejado de hablar de Asturias ni uno solo de mis días en ruta”
FOTO: Ruinas de Tulúm (México)
Se he encargado de que Asturias resuene allí donde ha pasado. “Les he hablado de la fuerza del Cantábrico, de su costa de ensueño, de sus montañas, de su paz, de su verde infinito, de las copiosas comidas, de la cultura sidrera, de fabes, de quesos, de espichas, de fiestas de prau”
“Y es que, puedo recorrer el mundo, puedo vivir en mil lugares, puedo ir y volver, puedo estar en constante movimiento, pero, entre todos los paraísos encontrados y los que aún me quedan por descubrir, el primero para mí, siempre será este… Mi Asturias, Nuestra Asturias”
Después de pasar un par de meses en su añorada Asturias, Mariu en breve saldrá de nuevo a la ruta, aunque de momento, no quiere desvelar el destino “voy a sorprender a todo el mundo que me lee y a mi familia creo que aún más” afirma divertida.
“¿Mi imprescindible en la mochila? ¡Mis banderas de Asturias y de Villaviciosa! Allá donde quiera que esté volveré a lucirlas con orgullo y a contarle a todo el mundo ¡dónde queda el paraíso!”
FOTO: Ruinas de Yaxha (Guatemala)
Esta joven viajera quiere dejar claro que hacer lo que ella hace no es cuestión de dinero, sino de ganas, “viajar es a menudo más barato que quedarse en casa si lo haces por libre y usando todas las herramientas que hoy en día tenemos, como Couchsurfing, Workaway, y un largo etcétera”, aunque acepta patrocinadores que la ayuden a seguir inspirando a otros, difundiendo su mensaje y mostrando que se puede vivir como se sueña.
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