Junto a Pedro, también emprenden este proyecto Maria Echavarría, (FOTO DE PORTADA) nacida en Burgos y bicimensajera con amplia experiencia y  Miguel de Dios, nacido en Salamanca y programador y desarrollador informático. El proyecto surge de la necesidad de crear una herramienta de trabajo  desarrollada por los propios empleados, aumentando así sus oportunidades laborales, además de  fomentar el uso de la bicimensajería en Madrid creando una alternativa viable a los sistemas logísticos tradicionales y los problemas derivados del reparto de “última milla”. En CLETA se unen las nuevas tecnologías y el transporte ecológico para ofrecer un servicio responsable con el medio ambiente y eficaz con las actuales demandas de la sociedad.

ENTREVISTA A Pedro Castro  Blazquez que estos días estuvo en Villaviciosa para visitar a sus padres, Pedro Castro Alonso y Loli Blazquez Nogueiro

¿Pedro cuál es el objetivo principal de Cleta?

Cubrir las necesidades de envío de paquetería y de documentación en la ciudad de Madrid, realizándolo de una manera 100% ecológica y ofreciendo un servicio personalizado al cliente. Estamos respaldados por Trébol ecomensajeros, bicimensajería con más de 20 años de experiencia en Madrid, lo que nos permite adaptarnos a las necesidades concretas de cada negocio y cliente.

¿A qué tipo de clientes váis dirigidos?

A cualquiera que tenga la necesidad de enviar algún paquete o documento en la ciudad de Madrid. Nos dirigimos tanto a particulares como a empresas. Debido a que podemos portear cualquier tipo de paquete o documento podemos atender las necesidades o emergencias de cualquier persona particular o de negocios como bufetes de abogados, tiendas ecológicas, gestorías, estudios de arquitectos, etc.

¿Qué tipo de servicios realizáis?

Tenemos dos tipos de servicio: envío de paquetes o sobres y realización de gestiones administrativas.. Por un lado podemos entregar y recoger documentación, sobres y paquetes de gran peso y volumen. Por otro lado,  realizamos trámites administrativos como, por ejemplo, el sellado y registro de documentos en sitios oficiales (Agencia tributaria, Ministerios, Juzgados...) o la firma en notarios. Obviamente, todos los servicios de CLETA se realizan siempre en bicicleta.

¿Cómo os habéis organizado empresariamente para dar salida al proyecto?

La fórmula jurídica más adecuada que hemos encontrado para constituirnos ha sido la de una cooperativa, en la que la organización es horizontal y tomamos las decisiones todos juntos. No queremos ser jerárquicos, es tan importante el que ha desarrollado la app como el mensajero que lleva un paquete. Uno de nuestros principales objetivos es generar trabajo digno para nosotros mismos como mensajeros e informáticos emprendedores. En los últimos años, han irrumpido en el mercado de la logística urbana diversas start ups (p.e. Glovo, Deliveroo...) financiadas por fondos riesgo, que precarizan las condiciones laborales de sus trabajadores ya que todos los mensajeros trabajan como “falsos autónomos” sin ningún tipo de derechos. Por el contrario, en CLETA todos los trabajadores formamos parte de la cooperativa.

¿Recibís algún tipo de ayuda económica externa?

No contamos con ningún de ayuda. Podemos decir que somos un proyecto 100% autogestionado, y que se ha creado con el capital aportado por cada uno de nosotros.

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