Desde hace años los villaviciosinos hemos visto con pena como aumentaba el deterioro del que fuera un precioso rincón, que acogía la entrada a la carbayera de Sorribes. Tras la ruina de las cuadras y las casas, envueltas ahora por la maleza, parece que le ha llegado el turno, si alguien no lo remedia, a la magnífica panera.

Levantada en 1.661 como puede apreciarse en la inscripción colocada sobre sus puertas, esta panera es una de las construcciones más interesantes de esta clase que existen en Asturias, como ha sido puesto de manifiesto por reconocidos especialistas.

Urge su arreglo, y también la recuperación de este hermoso conjunto situado al pie del antiguo castillo de Peña Castiellu y al cabo del puente Güetes. De esta forma perduraría una de las señas de identidad más notables de la villa de Villaviciosa, que de seguir así parece sentenciada a su total desaparición.

Álvaro Costales