ESTA ES LA NOTA RECIBIDA DE JUDIT AYER

“Con 2 Ruedas

El día 20, a las 11:50 horas comenzaba la gran travesía.  

Unos 14 km antes del muro defensivo situado en Djbel Ouarkziz,  frontera natural dónde empieza el Sáhara Occidental, comenzaba a rodar. 

La primera etapa, de 76 km, no tuvo mayores complicaciones y a pesar de haber comenzado más tarde de lo previsto, se cumplía el pronóstico de hacer entre 70 y 80 km diarios. 

Mi objetivo para la segunda etapa estaba en llegar al río Afra. Al refugio de pastores nómadas donde habíamos estado en mayo de 2016 de paso en la Sáhara Crossing TA. Traíamos unas fotografías impresas de aquel encuentro con los pastores para dejarlas en el refugio si no encontrábamos a nadie allí, pero no fue necesario llegar. En el desvío desde la pista que comunica el Boirat con Mseied,  y que lleva al Afra estaba, esperando por dos camiones de camellos, el que yo llamo -pastor anciano-. Me reconoció enseguida, y cuando le enseñe las fotografías se le iluminó la mirada, y quedamos en vernos en el refugio. 

Pedalee tan fuerte como me dejó el terreno para llegar pronto y convivir con los pastores el mayor tiempo posible. Estaban descargando los camellos que llegaban,  después de dos días de viaje, desde Merzouga en busca de pasto.  

Cuando me vieron llegar me fueron a buscar rápidamente para que fuese a ver cómo los descargaban y explicarnos cosas sobre ellos. 

Después nos ofrecieron te y nos dejaron una de las dos estancias del refugio para nosotros. 

Nuestro presente para ellos, en agradecimiento,  fue medio queso de oveja que traíamos para nuestra larga estancia en el desierto. 

A la mañana siguiente volví temprano a los pedales. No contaba con que mi insistencia de hacer los mínimos enlaces posibles por carretera llevaría a José a preparar un itinerario tan difícil. Mucha piedra y trialeras, subidas y bajadas constantes con un registro de tres caídas sin más consecuencias que moratones y arañazos. 

Fueron 90 km muy duros hasta llegar al río Oued Chebbi, donde pusimos todos los medios a nuestro alcance, mantas, cajas de provisiones, maletas... Para resguardarnos del viento y poder cocinar algo con para cenar. 

El fuerte viento constantemente de costado y de frente me complica el avance. Agradezco haber comprado en Assa, antes de empezar, unos pañuelos de gasa para la cabeza como los  que usan por aquí. Eso evita que me duelan los oídos y se me reseque la nariz y la boca durante toda la jornada. 

Hasta la tarde de la tercera etapa pase frío. Me hizo falta el coulotte largo y tres capas en la parte superior. 

En la cuarta jornada me propuse llegar a Smara, será el último lugar, hasta el final del recorrido, donde podremos conectar por wiffi. Fueron 117 km, contando un enlace obligado por carretera de casi 40 km.

 Para ser sincera, todo hay que decirlo, después de cuatro días, me apetecía una ducha y una cena a base de carne picada "kefta". El aseo, desde aquí hasta el final de la travesía, se limitara a toallitas y un poco de agua en un balde. 

Me encuentro un poco cansada. Pero no lo llevo mal. Soy metódica con mantener los cuoulottes alejados lo más posible de la arena para evitar rozaduras. Me aplico la crema que me aconsejaron y facilitaron en MMR para rodar, y por la noche una pomada que mi madre me aconsejó para regenerar y calmar las partes que más sufren. 

Cómo mucha fruta, naranjas y dátiles aguantan bien muchos días de calor en el coche. Las conservas y embutidos completan  la dieta. 

La bicicleta responde estupendamente. En piedras ha demostrado ser la reina. La arena hasta este momento no ha sido mucha. Pero no me cabe duda alguna de que si algo me hace falta es más fuerza en las piernas, no mejor bicicleta. Es muy adecuada para este terreno. 

Un saludo, seguimos en el desierto...

ENLACE INFERIOR A LAS FOTOS RECIBIDAS

https://goo.gl/photos/rjBpQf5FcztpVygJ8